Por Alana Marrero González, LND, MHSN
Los hábitos alimentarios son comportamientos conscientes, colectivos y repetitivos, que nos llevan a seleccionar, consumir y utilizar alimentos cuyo propósito es mejorar nuestra calidad de vida. Cambiar los hábitos alimentarios que tenemos no es cosa fácil. Cuando somos niños, nuestros padres nos recordaban todas las mañanas que teníamos que lavarnos la boca y bañarnos, luego de un tiempo ya todos sabíamos los que nos tocaba hacer. Perseveramos con paciencia y constancia.
Por esto, es muy importante valorar dónde te encuentras en estos momentos. Valorar el progreso es una parte fundamental para continuar mejorando tu estilo de vida. Adoptar nuevos hábitos requiere esfuerzo y es normal que en ocasiones nos agobie. No pasa nada. A todos los que comenzaron a realizar cambios en su estilo de vida, a todos aquellos que están siguiendo un plan de alimentación establecido con su nutricionista. A todos ustedes, les exhorto a evaluar su progreso. No todo son los números de la báscula y las medidas corporales. ¡Hay tantas otras cosas importantes que debemos valorar!
Si no evaluamos nuestro progreso, puede provocar que te estanques y pierdas motivación. Pero si nos detenemos a mirar dónde estábamos y vemos todos los cambios que se han hecho y las mejoras que se han conseguido, la motivación seguirá y hasta aumentará. Para algunas personas es fácil valorar su progreso porque lo anotan, llevan algún diario de sus cambios, esto podría funcionarle. Yo soy muy visual, y las fotos me ayudan a comparar mis antes y después.
En un futuro, cuando hayas conseguido el objetivo o tu meta establecida tendrás todos esos detalles que apuntaste, todas las fotos del proceso, y todas esas cosas te recordarán por qué estás allí, el esfuerzo que hiciste para lograrlo, y te harán más fuerte para no dar marcha atrás. Evalúa cuántos hábitos alimentarios has modificado en lo que va de año.
La autora es nutricionista de Centro Ararat. Puede seguirla en sus redes sociales
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