Por: Nilmaris Díaz Ramos
Proveer un servicio de salud de excelencia no depende solamente de tener vasto conocimiento médico o los mejores equipos, se necesita además la práctica de la empatía.
¿Qué es la empatía?
Es la habilidad intelectual que le permite a una persona entender la experiencia, sentimientos o estado mental de otra, mientras mantiene su objetividad como observador. Es lograr entender su conducta y sus sentimientos.
Según el artículo La importancia de la humanización y la empatía en el ámbito sanitario, el o la profesional de la salud debe “tener la habilidad de percibir los sentimientos de cada paciente y tratar de ponerse en su lugar, para comprender en profundidad cada situación, con la finalidad de conectar con el mundo interior de la otra persona y poder facilitar la resolución de sus crisis”. Mientras más se cultive esa empatía, mayor éxito tendrán las intervenciones de salud y sus resultados.
¿Cómo desarrollamos la empatía?
La empatía debe cultivarse desde los espacios académicos en los que se preparan aquellas personas que desean forjar una carrera relacionada con la salud, según Frank Lizaraso Caparó, de la revista Horizonte Médico. Sin embargo, no puede quedarse en palabras; necesitamos acción. Debe cultivarse de forma continua y responsable todos los días. A continuación te compartimos formas de comenzar a practicar la empatía desde los espacios de salud en los que ofrezcas servicios:
- Saluda y preséntate.
- Sé tranquilo/a y cordial, sonríe con sinceridad.
- Llama al paciente por su nombre.
- Escucha activamente a la persona.
- Muestra sentido de responsabilidad.
- Atiende a las inquietudes del paciente y entiende su personalidad.
- Muestra curiosidad por lo que te comparten.
- Utiliza lenguaje sencillo, que se entienda y no sea muy técnico.
- Orienta al paciente sobre su condición y valida que entendiste la información que te ofreció.
Un esfuerzo por practicar la empatía puede hacer la diferencia en la vida de un paciente. Esfuérzate por cultivarla.
El contenido de esta página únicamente es con fines educativos e informativos. No reemplaza ni sustituye la consulta con un médico u otro especialista en salud.