La Dra. Maribel Acevedo se ha convertido en un ícono de la búsqueda de igualdad para los integrantes de la comunidad LGBTTQIA+ desde el escenario salubrista del país. Su objetivo principal fue destacar los derechos que tienen los puertorriqueños en general en cuanto al uso de hormonas en pacientes que lo requieren, en especial para quienes forman parte del plan vital y son miembros de la comunidad transgénero.
Dra. Maribel Acevedo,
Directora Médica de Centro Ararat
Acevedo se graduó de la Escuela de Medicina de la Universidad San Juan Bautista, en el año 2001, y en ese momento se visualizaba como una ginecóloga. Sin embargo, su corazón y amor por la profesión desde una mirada libre de prejuicios, la llevaron a vivir y tratar diferentes experiencias con pacientes de distintos diagnósticos, estratos sociales y desfavorecidos en la sociedad.
“Yo empecé a trabajar con pacientes que viven con VIH, específicamente en una clínica de prevención de transmisión perinatal. Así que, de ahí paso a trabajar a otras clínicas de diferentes poblaciones que también viven con la condición de VIH, incluyendo personas sin hogar, jóvenes que tienen la condición de VIH y la comunidad LGBTTQIA+ en general”, narró la especialista.
Desde su parte humana y profesional ha extendido su ayuda a una comunidad de manera comprometida con los pacientes, dejando a un lado los estigmas y enfocada en hacer de su labor una posibilidad transformadora a disposición de quienes lo necesitan.
“Ahora yo trabajo en Centro Ararat, que es una institución sin fines de lucro, que sirve a la comunidad LGBTTQIA+ en general, pero tiene diferentes poblaciones dentro de este servicio multidisciplinario. Yo dirijo la Clínica Translucent, que es la clínica especializada en salud transgénero. Hace alrededor de 3 años empecé a trabajar en esta institución donde empezamos con alrededor de 20 participantes y ahora tenemos como 200. Todos son de la comunidad transgénero o de experiencia trans”, detalló la doctora.
Su labor más destacada resplandeció luego de años de reuniones, conversaciones y propuestas para que los pacientes trans pudieran recibir las terapias hormonales necesarias por medio del plan vital de Puerto Rico. La doctora explicó que, al estudiar el tema, se dieron cuenta de que el seguro vital incluía como parte de su cubierta los tratamientos y terapias de hormona. Así que, desde su experiencia, se planteó defender la dignidad humana y luchar por la igualdad. Sin embargo, solo estaban disponibles para las personas que no eran transgénero.
“Por lo tanto, lo que se hizo fue eliminar esta identificación de que si la persona es transgénero no. Simplemente están cubiertas las hormonas ya sea para reemplazar la terapia hormonal o la transición de una persona. O sea que no hay que hacer un modificador si la persona es transgénero o no, sino que ya están cubiertas dentro del plan vital,” argumentó.
La visibilidad de la comunidad transgénero en el mundo científico representa cada día más retos, en especial cuando se carece de una estadística certera y exacta sobre el tema ya que, muchas de las personas transgénero, por temor al estigma, deciden mantenerse en el anonimato.
“Nosotros lo que hacemos es que extrapolamos el número de Estados Unidos, porque por lo general estas personas pasan desapercibidas o no se quieren identificar como de la comunidad transgénero porque son estigmatizadas y discriminadas. Por lo tanto, la experiencia que hemos tenido bien informal, es que reciben servicios alrededor de 500. Es lo máximo que se ve un número así extraoficial, conociendo a las otras clínicas que también sirven a la comunidad transgénero de alguna manera”, argumentó.
La Dra. Acevedo explicó que el estigma que sufren los pacientes de la comunidad transgénero comienza en su círculo más cercano y que puede ser la consecuencia del desconocimiento sobre el tema.
“No son entendidos en su núcleo familiar porque a nosotros nos han inculcado en la sociedad que eres un binarismo, eres un hombre o eres una mujer. Así que, es un tema, un concepto que no es entendido y las personas a veces que no entienden la situación lo que hacen es que rechazan”, argumentó la especialista.
Desde su perspectiva, el primer paso es identificar y comprender qué significa la palabra o definición transgénero. “La definición de transgénero son las personas que no están alineadas a su sexo asignado al nacer”, puntualizó la doctora.
Un logro a favor de los pacientes transgénero
La realidad de los pacientes transgénero en Puerto Rico que deciden realizar sus terapias hormonales cambia con este paso dado y liderado por la doctora Acevedo. Lo que estaba en juego no era solo la posibilidad de contar con los recursos económicos para someterse al tratamiento, sino la posibilidad de que no arriesgaran su vida intentando conseguir cambios de la manera no adecuada y que expone a los pacientes a otras posibles enfermedades.
“Es una noticia que hemos celebrado y seguimos celebrando porque una de las cosas que disminuimos es el riesgo de que las personas traten de acceder a estos medicamentos bajo la mesa, lo que llaman mercado negro o que le compren a otra persona que tiene los medicamentos, no sabemos la integridad de esos productos. Por lo tanto, se ponen a riesgo y más si las hormonas son inyectadas y usan jeringuilla, pues hay un riesgo de adquirir alguna condición si son compartidas. Por lo tanto, tenemos más seguridad para los pacientes que están cubiertos por el plan vital, y el acceso es de terapia, así que es costo efectivo y es un tema de salud en general”, detalló la Dra. Acevedo.
La posibilidad de tener un tratamiento cuyo costo esté justificado y avalado por el seguro que provee el gobierno en el país, brinda a estos pacientes la confianza de buscar y procurar la asesoría de especialistas como la doctora Acevedo, que entiende y procura el bienestar para todos, libre de prejuicios y apegada a su labor como médico y agente de cambio en la sociedad.
“Esto abre una puerta a que las personas si notan que son bien tratadas y bienvenidas a diferentes clínicas, que sirven a la comunidad transgénero más teniendo el plan de salud vital están cubiertos. Es costo efectivo para ellos y pueden establecer otras prioridades. Por ejemplo, otros servicios multidisciplinarios como son el servicio de psicología, servicio de nutrición”, destacó la doctora.
La cirugía transgénero: un tema tabú y limitado en Puerto Rico
A pesar de que cada día la palabra transgénero es más común en distintos lugares del mundo, que luchan por la igualdad, la inclusión y la oferta de servicios de salud en pro de una mejor calidad de vida para las personas transgénero, hay mucho camino por recorrer. En Puerto Rico no hay un hospital que acepte o quiera dar servicios de salud a esta comunidad con respecto a las cirugías de reafirmación o reconstrucción de género.
En cuanto a las cirugías la doctora explicó que el plan del gobierno no lo contempla, y los seguros privados limitan cuáles sí y cuáles no pueden realizarse en Puerto Rico. “Por el plan vital no se cumple ninguno. Y solamente se cubren algunos planes privados, la cirugía que es de pecho, ya sea mastectomía o implantes de seno. El área genital o la reafirmación del área pélvica no se está ejecutando en Puerto Rico. Tenemos cirujanos que quieren ejercer ese tipo de práctica aquí el detalle es el hospital. No tenemos un hospital todavía que acepte o quiera dar servicios de salud a la comunidad transgénero con respecto a las cirugías de reafirmación o reconstrucción de género”, detalló la especialista.
Además, considera que sería importante que se pudiera cubrir las cirugías, que en esta población tienen como objetivo afirmar más su identidad de género, catalogada por la especialista como una necesidad médica y no una razón estética.
Renacer
Con los años, la Dra. Acevedo ha reafirmado su compromiso con los pacientes que procuran su orientación para lograr una mejor calidad de vida. En una sociedad llena de estigmas, prejuicios y exigencias, ella ha descrito su labor desde otra perspectiva, una de inclusión, compromiso y empatía.
“Yo quería ser ginecóloga, obstetra ginecóloga y por las travesías de la vida y las experiencias que he tenido me di cuenta que ser ginecóloga obstetra no es solo por medio de una especialidad. Hay una frase de un poeta que no recuerdo el nombre, que dice que, la persona que le sirve a la comunidad transgénero, está trayendo un bebé al mundo porque está ayudando a que esta persona transicione, identificado de una manera y que pueda ser plenamente lo que realmente se siente, que es una persona trans o una persona que nació mujer y la identificaron como mujer, y puede transicionar social, familiar, legal y biomédicamente a ser la identidad que corresponde”, indicó la especialista.
Reconoció también, que esto marca la historia, y en especial es un claro indicativo de la constante búsqueda en la igualdad de oportunidades. “Es un privilegio poder estar incluidos en la travesía de vida que experimenta la comunidad transgénero y lo que necesitamos es más gente que nos apoye y una estructura detrás de todo este querer ayudar para que puedan estar alineados a su orientación sexual y a su identidad de género sin ningún estigma y sin ningún discrimen. Validarlos y respetarlos, tener empatía por ellos”.
Para concluir, la Dra. Acevedo reconoció que cada paso la llena de satisfacción y su compromiso y labor como médico sigue vigente. “De verdad me fascina, estoy feliz en lo que estoy haciendo”.
Publicado originalmente en la Revista Puertorriqueña de Medicina y Salud Pública.
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